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Jorge Barba en el duelo ante el Trujillo del domingo. CD Badajoz
El Badajoz navega entre cierta euforia y la prudencia
Tercera RFEF

El Badajoz navega entre cierta euforia y la prudencia

El triunfo postrero ante el Trujillo rompe con la tendencia de resultados, pero no despeja las dudas sobre su rendimiento como visitante de cara al playoff

M. Gª Garrido

Badajoz

Jueves, 1 de mayo 2025, 21:11

Esta vez sí cayó de cara la moneda para el Badajoz. Entre versiones timoratas, inconsistentes e impropias de un aspirante al ascenso tan cotidianas en los desplazamientos, un factor le había dado sistemáticamente la espalda: la suerte. No puede achacarse a ese caprichoso vector el paupérrimo balance como visitante, especialmente en los últimos dos meses, pero su presencia acogota a nivel anímico cuando niega su beneplácito.

La fortuna en el fútbol adquiere una cuota de protagonismo muy variable, jalonada por parámetros estrechamente ligados a las probabilidades y lejos de hados volubles que azarosamente determinan los designios de las contiendas. Y es verdad que los blanquinegros, aunque su juego dejara mucho que desear, se ha topado con una proverbial falta de puntería unida a un repunte de la inspiración defensiva de sus adversarios. Ante el Trujillo, el guion fue el habitual en sus duelos como foráneos, poco brillo, incomodidad y falta de fluidez. Pero Jesús Sánchez modificó la tendencia y en una acción aislada en el tramo final decantó la balanza. Un chispazo postrero que salva los muebles, pero que obliga a amordazar a la euforia por la mejoría de unos números que, si bien son positivos, sus entrañas esconden muchos asteriscos.

Salvo hecatombe, los pacenses disputarán el playoff, pero más allá de que esta vez le sonriera el desenlace, de nuevo el equipo de David González quedó enmarañado en la trama que le interesaba a su rival para sacar réditos. Le cuesta imponer su plan de partido y ejercer la autoridad que se le presupone por su potencial y entidad. «Parecía que con esa trifulca que ha pasado al principio de la segunda mitad, el partido ya estaba donde quería el Trujillo», relataba el técnico navarro, que resaltaba las continuas interrupciones que se fueron sucediendo, «el tiempo de juego real es cortito, el campo tampoco te permite... Es el partido que hay que jugar», añadía.

Lo sucedido en el Municipal Julián García de Guadiana supone una sesión de prácticas intensiva como preparación para una titánica y farragosa fase de ascenso que le exigirá unos registros que de momento el Badajoz no está siendo capaz de dominar para evitar sobresaltos. «Algo propio que puede pasar en playoff es que no se juegue mucho, que el partido esté muy poco abierto», analizaba el preparador de Tudela. En ese escenario, aún le quedan muchos deberes por hacer.

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