El Gobierno prevé que las obras del AVE a Extremadura por Toledo duren cuatro años
Los trabajos comenzarán cuando concluya la tramitación que ahora vuelve a empezar con la exposición al público del estudio informativo
Las obras del AVE a Extremadura por Toledo durarán cuatro años, según la previsión del estudio informativo que recoge la nueva alternativa para la línea ... a su paso por la capital castellano-manchega.
El Ministerio de Transportes inició este jueves el periodo de información pública del estudio informativo de dos de los cuatro tramos pendientes para la construcción de la línea, que corresponden al paso por la provincia de Toledo. Tal como recoge el anuncio publicado en el Boletín Oficial del Estado, este periodo durará un mes, tras lo que será necesario analizar e incorporar, en su caso, las alegaciones recibidas.
De forma paralela se inicia la tramitación ambiental del proyecto. Cuando esta fase termine, se podrá aprobar de forma definitiva el estudio informativo. Tras esto, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias deberá redactar los proyectos y sacar a concurso las obras, para lo que no hay un plazo estimado. Todos estos trámites, que suelen demorarse varios años, darán paso a los trabajos, que tienen un periodo previsto de cuatro años.
Más allá del calendario previsto, la importancia del paso dado ayer es que arrancan los trámites para construir el que debe ser el último tramo del AVE entre Madrid y Extremadura tras más de veinte años de trámites.
En 2001 se encargó la elaboración del estudio informativo del tramo Madrid-Oropesa, que contemplaba la conexión del AVE Madrid-Sevilla con una nueva línea que uniría la localidad toledana de Pantoja con el límite de provincia entre Toledo y Cáceres. Ahí parte otro tramo, Talayuela-Plasencia, aún en obras; mientras que el tercero, Plasencia-Badajoz, está prácticamente terminado y en uso.
El estudio informativo del tramo Madrid-Oropesa se aprobó en 2008, pero como las obras no se llegaron a iniciar la declaración de impacto ambiental caducó. En 2018 se encargó un nuevo estudio informativo que contemplaba como principal novedad el paso por Toledo. Para ello, proponía prolongar el ramal de acceso a esta ciudad desde el AVE Madrid-Sevilla.
Se terminó en 2020, pero recibió alegaciones que había que resolver. Tras retrasar en varias ocasiones la adopción de una solución definitiva, finalmente la pasada semana Transportes anunció que se desbloquea el paso por Talavera de la Reina. Esto permite enviar el expediente al Ministerio para la Transición Ecológica para que retome la evaluación de impacto ambiental de los tramos III y IV del estudio informativo, que se corresponden con el trazado comprendido entre Talavera de la Reina y Oropesa.
Asimismo, la semana pasada se llegó a un acuerdo con el Ayuntamiento de Toledo para la construcción de la línea de alta velocidad, lo que obliga a modificar el estudio informativo.
Con la publicación de ayer en el BOE se da comienzo a los trámites con la nueva solución adoptada. Al mismo tiempo, el estudio será remitido al Ministerio para la Transición Ecológica para que redacte el la necesaria declaración de impacto ambiental.
Cuatro años y 1.000 millones
En este nuevo estudio informativo se abordan nuevas propuestas de trazado de la línea a su paso por el municipio de Toledo (tramo I) y de Torrijos (tramo II), en cuya construcción se invertirán más de 1.000 millones de euros, según destaca el Ministerio de Transportes.
Como explica, dadas las alegaciones recibidas cuando se elaboró el anterior estudio se han analizado algunas alternativas que modifican sustancialmente el trazado, lo que ha obligado a redactar un nuevo trabajo y por tanto a actualizar los costes.
Para el paso por Toledo se contemplan dos opciones. Una mantiene la estación en su emplazamiento actual con un nuevo apeadero en Santa María de Benquerencia y otra plantea una nueva estación en este punto y una línea más alejada del centro. Transportes prefiere la primera, que además de más sencilla (23 kilómetros de longitud frente a 30 de la otra) permite unificar servicios en una posición más centrada en el casco urbano. Su coste está estimado en 583 millones de euros, unos 200 millones más que las dos alternativas que manejaba el estudio de 2020. La otra propuesta se dispara a 735 millones de euros.
En cuanto al tramo por Torrijos, se han corregido cuestiones como la variante por Carmena. El coste estimado es de 504 millones de euros, casi 150 millones más que la propuesta de 2020.
Estas nuevas alternativas contarán en todos los casos con vía doble y ancho estándar o internacional, que es el que emplean los trenes tipo AVE. Para ello, la línea se diseñará para una velocidad máxima de 350 kilómetros por hora.
Sin embargo, la explotación prevista para estos tramos es sólo para viajeros, al igual que sucede con el AVE Madrid-Sevilla. Pero de Talavera de la Reina a Oropesa el uso será tanto para viajeros como para mercancías. Para ello, está previsto que estos tráficos accedan a Madrid a través de la vía convencional actual, que será electrificada. Debido a este cambio de vía sería necesario disponer de un intercambiador y de trenes de viajeros que dispongan de ancho variable.
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