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El actor José Sacristán leyendo en la RAE el discurso de ingreso de Antonio Machado que el poeta jamás pudo leer José Ramón Ladra
Justicia poética y académica para los Machado

Justicia poética y académica para los Machado

Antonio y Manuel se abrazan de nuevo en la RAE con 'Retrato de familia', una exposición histórica que reivindica la grandeza de ambos poetas

Martes, 29 de abril 2025, 21:06

«Cuando se apagan las luces desaparece el talento, pero no ocurrió así con los Machado». Lo dice tras el formidable apagón del lunes el sevillano Alfonso Guerra, comisario de 'Retrato de familia', la histórica y luminosa exposición 'machadiana' que acoge hasta julio la Real Academia Española (RAE). El expresidente del gobierno la inauguraba horas antes de que se leyera de nuevo en la Docta Casa '¿Qué es la poesía?' el discurso de ingreso que no pudo leer en su día don Antonio Machado. José Sacristán y Juan Manuel Serrat le dieron voz esta vez en la noble institución que limpia, fija y da esplendor a nuestro idioma en el acto. 'Los hermanos Machado, en la Academia'. Su doble rescate.

La lectura del discurso y la muestra, desplegada por todas las dependencias de una RAE que ha movido mobiliario y alterado espacios, son un hito en la institución que hace justicia académica y poética a «dos grandísimos poetas que jamás estuvieron enfrentados», según Guerra. «Nunca se hizo tan gran homenaje como este en la tricentenaria historia de la casa», se felicitó otro Machado, el director del RAE, Santiago Muñoz Machado, sin parentesco con los homenajeados poetas «inequívocamente republicanos» a los que glosó. «Es una exposición para recuperar el amor por la poesía», remachó Guerra.

El histórico abrazo de los Machado se producía en la misma RAE a la que ambos estuvieron tan vinculados. Manuel fue académico de número y titular de la silla N desde febrero de 1938 hasta su muerte en 1947. Antonio, elegido el 24 de marzo de 1927 para ocupar la silla V, nunca leyó su discurso de ingreso, cuyo original escrito en 1931 se expone en la muestra, y que se leyó por primera vez en la RAE en 1989, en la voz del poeta José García Nieto y contestado por el entonces director, Manuel Alvar.

Esta vez José Sacristán leyó con emotiva serenidad las palabras de Machado, quien sostenía que «la poesía no ha superado aún el momento barroco». «Literalmente es todavía ingenio y retórica, laberinto de imágenes, maraña de conceptos, actividad estéticamente perversa, que no excluye la moral, pero sí la naturaleza y la vida», escribió. «El genio calla porque nada tiene que decir cuando el arte vuelve la espalda a la naturaleza y a la vida, los ingenios invaden el estadio y se entregan a toda suerte de ejercicios superfluos», concluía.

Versos y bises

Le contestó el académico y dramaturgo Juan Mayorga con un texto apócrifo de José Martínez Ruiz, Azorín, en un solemne acto académico que abarrotó el salón de actos del noble caserón académico, ahora «la casa de Machado para siempre». La rúbrica la puso Joan Manuel Serrat, cantautor que ligó su talento al de Antonio Machado en los años sesenta del siglo pasado y que ha llevado por el mundo los versos que cantó en la RAE acompañado al piano por Ricardo Miralles, como 'Retrato', las 'Coplas por la muerte de Don Guido' o la celebérrima 'La Saeta'. No pudo eludir un bis reclamado con aplausos y entonó emocionado «Caminante no hay camino, se hace camino al andar...golpe golpe, verso a verso» de los 'Proverbios y cantares'.

La muestra, gratuita, se abre en vísperas de la celebración, el 26 de julio, del 150 aniversario del nacimiento del autor de 'Campos de Castilla' y según Guerra «responde a tres ideas fundamentales: destacar que los Machado son dos grandes poetas, no un solo gran poeta y otro menor; realzar la determinante influencia para Manuel y para Antonio de una familia fantástica de científicos e intelectuales y reafirmar que los hermanos, ambos republicanos, jamás estuvieron enfrentados».

Coordinada por Eva Díaz Pérez, suma más de doscientas piezas entre las que destaca el manuscrito del legendario 'Autorretrato' de Antonio Machado, cartas de ambos hermanos, primeras ediciones de sus poemarios, libros y dramas, fotos, publicaciones, obras plásticas, instalaciones audiovisuales y objetos personales.

Reúne dos «impagables» patrimonios 'machadianos', el de la Fundación Unicaja, centrado en Antonio, y el de la Real Academia Burgense de Historia y Bellas Artes, más 'manuelino'. Se completa con fondos de instituciones como el Museo del Prado, la Real Academia Sevillana de Buenas Letras y la Universidad de Sevilla además de cincuenta prestadores entre ellos la propia familia Machado.

Inicia el recorrido por la vida y obra de los hermanos a través del legado personal e intelectual, de los abuelos (Antonio Machado y Núñez y Cipriana Álvarez Durán), de los padres (Antonio Machado y Álvarez, 'Demófilo', y Ana Ruiz), y del hermano José Machado Ruiz. Unas piezas que explican los orígenes literarios de Manuel y Antonio y su recorrido vital y creativo, desde su primer hogar, el sevillano palacio de Las Dueñas del patio y el huerto claro donde madura el limonero de su infancia, hasta la madurez , la guerra y su doloroso viaje final a Collioure, entre una marea de perdedores y para citarse con la muerte el 22 de febrero de 1939.

La muestra, que va abriendo ventanas a todos los universos machadianos, se inicia bajo los últimos versos que escribió Antonio -«estos días azules y este sol de la infancia»- garabateados en un pedazo de papel que su hermano José encontró en el bolsillo de un viejo gabán.

Entre los muchos objetos personales de los Machado presentes en la RAE destacan los bastones de ambos, que son un claro reflejo de su personalidad. «El de Manuel es de dandi, de alguien que quiere llevar una elegante, y el de Antonio de pastor, el de un enamorado contemplador de la naturaleza», según Alfonso Guerra. También está el ábaco en con al que ambos aprendieron a leer en su casa sevillana del palacio de las Dueñas, el tintero de Manuel, su abrecartas modernista y los documentos de ambos.

La 'Máquina de trovar' precursora de la IA

Antonio Machado se adelantó casi un siglo a la inteligencia artificial con una máquina de hacer versos que hace flamenco con solo tres palabras, algo imposible entonces y una realidad hoy. En la RAE está la retrofuturista y machadiana 'Máquina de trovar', capaz de generar sonetos al estilo del poeta sevillano a través del chat GPT. Un Machado que sin ser ingeniero, matemático o autor de ciencia-ficción, quiso criticar a sus colegas del 27 y la automatización de trabajo a través de la poesía y de su heterónimo Juan de Mairena.

Materializar este ingenio trovador es una idea de Eva Díaz Pérez, periodista, escritora y coordinadora de la exposición de la RAE a la que aporta «un punto de humor». Es un artilugio del siglo XIX con tecnología del XXI que reta a los visitantes a entregarle tres palabras para devolverles impreso un soneto al estilo del Antonio Machado nieto vía inteligencia artificilal.

Machado criticaba a su manera a un mundo moderno que con la automatización no necesitaría poetas. «Imagínate que hay una tertulia de aficionados al flamenco de madrugada y entonces la máquina captaría las emociones, las palabras, las frases de los allí reunidos», dice Meneses a Mairena al planear el diseño de una máquina que los sustituya.

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