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18 de cada cien viviendas de Extremadura están vacías, un porcentaje superior a la media española y que solo rebasan cuatro comunidades autónomas, según ... los datos que el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha obtenido a partir de los contadores de consumo eléctrico. La región tiene 123.000 viviendas desocupadas, casi 38.000 en las que no hay gente más de un mes al año, y más de 74.000 habitadas durante un máximo de tres meses al año. Entre todas ellas –vacías y usadas no más de tres meses–, suman 235.195 casas; esto es, un 34% del parque inmobiliario autonómico, que asciende a 698.505. Visto de otro modo: una de cada tres viviendas extremeñas está vacía o no es una residencia habitual.
Las regiones con una ratio de casas sin ocupantes superior a la extremeña son Galicia (29%), Castilla-La Mancha (22%), Cantabria (19,4%) y Castilla y León (19,3%). Todas ellas superan claramente la media nacional, que es de 14,4%, según los datos actualizados al pasado noviembre. Madrid es donde menos hay (6,3%).
El INE explica que considera vacía toda vivienda «que no dispone de contrato de suministro eléctrico o cuyo consumo total registrado en el año precedente ha sido menor al que una vivienda de ese mismo municipio tendría si se ocupara durante quince días en todo el año».
Los umbrales de referencia del gasto eléctrico son por tanto distintos en cada municipio, porque «los consumos medios varían mucho según las zonas climáticas, siendo en general superiores en zonas con veranos cálidos». Además, este estudio define como vivienda de muy bajo consumo a aquellas que no alcanzan los 250 kilovatios hora al año, «que de media y de forma aproximada corresponde al consumo de una vivienda que estuviera ocupada durante un mes al año». Son las ya citadas 38.000 que hay en la región.
Por último, la investigación cataloga como viviendas de uso esporádico aquellas donde el contador recoge un gasto eléctrico anual de entre 251 y 750 kilovatios hora, lo normal cuando el inmueble está habituado entre uno y tres meses al año.
La cantidad de viviendas deshabitadas o sin apenas uso que tiene un territorio depende principalmente de dos factores: la despoblación, porque es frecuente que cuando se pierde un vecino porque muere o emigra, un hogar pase a estar cerrado, y las segundas residencias.
De estas últimas hay más en destinos turísticos consolidados y localidades próximas a núcleos urbanos más poblados. Y estos dos factores salen a relucir al analizar los datos por provincias y por municipios de esta investigación del organismo público de referencia nacional en materia estadística.
En Cáceres, la provincia extremeña más castigada por la despoblación y la que tiene más pueblos pequeños, están desocupadas más del 20% de las viviendas. En Badajoz, que no es ajena al fenómeno de la despoblación pero lo sufre en menor medida y que además tiene más localidades en la horquilla de los 2.000 a los 10.000 habitantes, esta tasa es del 15,5%.
De las 52 provincias españolas, solo 14 tienen una tasa de viviendas vacías superior a la cacereña, y todas excepto una están en el grupo de la sangría demográfica (las cuatro provincias gallegas, cinco castellano-leonesas, tres manchegas y Teruel). La otra es Santa Cruz de Tenerife, un destino turístico internacional de primer orden. Por el contrario, la ratio pacense de viviendas vacías es similar a la de un nutrido grupo de provincias repartidas a lo largo y ancho del país, desde Gerona a Málaga o Granada pasando por Alicante, Baleares o Albacete.
Ahora bien, la situación cambia al profundizar en el análisis y centrar el foco en la escala municipal. Los veinte pueblos extremeños (catorce cacereños y seis pacenses) de más de mil habitantes –por debajo de ese umbral, el INE los agrupa en una única cifra– con mayor proporción de casas vacías son, por este orden, Puebla de Alcocer (36%), Cañamero, Alcántara, Valle de la Serena, Cañaveral, Serradilla, Peraleda de la Mata, Zorita, Feria, Montánchez, Logrosán, Casatejada, Casar de Palomero, Alconchel, Aliseda, Torrejoncillo, Zarza la Mayor, La Haba, Montehermoso y Ceclavín. En total, hay en la región 47 pueblos mayores de mil habitantes que superan el 25% de casas vacías. Entre los que no alcanzan el millar de empadronados, la ratio es del 30% en la provincia de Cáceres y el 27% en Badajoz.
En el otro lado de la balanza, el de las localidades con menos inmuebles deshabitados, están varias de las principales ciudades de la comunidad, y municipios cercanos a ellas, lo que ratifica la influencia de la despoblación a la hora de explicar por qué unos sitios tienen más casas deshabitadas que otros. Así, la primera ciudad de la región es la última en porcentaje de viviendas vacías: tiene Badajoz 74.594 viviendas, de las que 4.907 están desocupadas, lo que equivale a una tasa del 6,6%.
Las siguientes en la lista de las veinte con menos casas sin habitantes son Valdelacalzada, Cáceres (3.927 sin ocupantes sobre un total de 53.756, es decir, el 7,3%), Talavera la Real, Almendralejo (8,6%), Calamonte, Zafra, Trujillanos, Guadiana, Pueblonuevo del Guadiana, Villafranca de los Barros, Plasencia (2.582 deshabitadas sobre un total de 21.262, o sea, el 11,5%), Valverde de Leganés, Don Benito (11,7%), Mirandilla, Llerena, Villanueva de la Serena, La Albuera, Navalmoral de la Mata y Puebla de la Calzada. Mérida tiene deshabitadas el 13,2% de sus viviendas (4.145 de 31.358).
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