%20-%20(MeisterDrucke-139754)-Rt22AFJ21jHvRewNEmB7CIP-1200x840@Hoy.jpg)
El globo de Fleurus
Jacinto J. Marabel
Lunes, 6 de mayo 2024, 07:50
Secciones
Servicios
Destacamos
Jacinto J. Marabel
Lunes, 6 de mayo 2024, 07:50
Fue Clausewitz quien acuñó aquello de que la guerra es la continuación de la política por otros medios. El Papa por el contrario ha dicho ... que la guerra es siempre el fracaso de la política. Yo estoy con Francisco, porque los cañones únicamente se ceban cuando la diplomacia agota su último cartucho o cuando el tirano de turno decide liberar los cuatro jinetes del Apocalipsis sobre el fundo vecino. El mejor ejemplo del fracaso de la política internacional se encuentra hoy en el meridiano 34, mientras que la falla tectónica de la política nacional tiene su epicentro en la Carrera de San Jerónimo.
Y es que hace tiempo que sus señorías arrojaron la diplomacia por una ventana del Congreso de los Diputados. Igual que la Defenestración de Praga dio comienzo a la Guerra de los Treinta Años, cuando la tolerancia, la cortesía y los buenos modales acabaron siendo expulsados del hemiciclo, las bancadas se convirtieron en un terreno de combate abonado a todo tipo de escaramuzas, refriegas y guerrillas. Los grandes estrategas, Alejandro, César o Napoleón, habrían buscado enfrentarse al enemigo en campo abierto, pero faltos de ideas y liderazgos nuestros representantes quieren convertir la política nacional en una guerra de trincheras, que es el último recurso. Una guerra de posiciones estancadas en las que resulta imposible avanzar y la única salida consiste en enfangar el terreno con insultos, mentiras y acusaciones, buscando que el rival claudique por agotamiento.
En este laberíntico lodazal de inmundicias en el que los políticos han arrastrado a los ciudadanos, ya nadie sabe qué camino tomar. Se discute por las cosas más nimias y todos andamos como pollos sin cabeza, matándonos a garrotazos, porque nos han privado de perspectiva. En la vida la perspectiva es esencial, pues nos dota de criterio para discernir lo importante y rehusar lo banal. Antropológicamente se trata de un tema de supervivencia, ya que sin perspectiva nos extinguiríamos como especie. Así que como quizás aquí se halle el busilis de la cuestión, frente al deseo confeso de nuestros políticos de extinguir el cuerpo electoral por la vía rápida de la locura, yo le aconsejo asistir a la refriega desde el aire, con perspectiva, tal y como hizo el mariscal Jourdan en la batalla de Fleurus.
Corría 1794 y los socios de la Primera Coalición estaban zurrándoles de lo lindo a los republicanos. Los ejércitos de España, Gran Bretaña, Austria y Prusia les comían terreno y avanzaban hacia París, cuando Federico de Sajonia reunió 50.000 hombres en las inmediaciones de Fleurus, en la actual Bélgica, dispuesto a darles la puntilla. Era imposible saber por dónde vendría el ataque y todos se barruntaban el final de la Revolución, hasta que el mariscal Jourdan mandó izar un globo, desde el que los franceses tomaron buena nota de las posiciones antes de lanzarse a aplastar al enemigo, inaugurando con aquella victoria veinte años de hegemonía sobre el Continente. Y es que en la guerra, como en la política, la perspectiva lo es todo.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.